Diez.

¿Os he hablado alguna vez de lo mucho que me gusta el mes de Octubre? Es como el hijo de puta de los meses; y ya sabéis, a los hijos de puta se les coge cariño. No se te ocurra salir a las ocho de la mañana a la calle sin un jersey, un pañuelo calentito y unas botas, porque va a hacer un frío que pela. Pero eh, vas a volver a medio día sudando como un cerdo, porque va a hacer un calor que te torras (tetorras jeje).

No me negaréis que octubre es un fucker, y juega con nuestro fondo de armario como le viene en gana.
De mayor quiero ser Octubre.